Bueno chicos, para quienes no pudieron asistir a la FilBo 2013 y no han tenido la oportunidad de leer el cuento que fue publicado aquí lo tienen:
En la profundidad del bosque, un longevo Hechicero vivía en su pequeña cabaña de paja y madera. Ésta estaba llena de libros, pergaminos, plumas y tintas regadas por toda la estancia. Cantaba y escribía bellos elogios.
Existían los rumores de que éste era el Dios de la sabiduría, Gwyon transformado en hombre. Una doncella acudió a su gran sapiencia, pero éste sólo la observó sin decir nada y le dio todas las respuestas sin haberle formulado sus preguntas, la joven estaba aterrada y lo acusó de brujería, se giró con desconfianza y corrió hacia su caballo mientras le gritaba al anciano hechicero mientras salía del lugar. Cuando la doncella llegó al pueblo corrió el rumor y el rey se enteró que en sus linderos existía alguien que practicaba la brujería, después de eso el anciano Hechicero escuchó los rumores de la quema de su casa, sin embargo él siguió en su mundo de ideas y olvidó lo sucedido, al caer la noche tomó una vela, su pipa y salió a observar el firmamento sentándose en el suelo al mismo tiempo que trazaba la runa Ansuz con una piedra esperando la llegada de los soldados.
Los soldados llegaron por orden del rey llevando consigo dagas, antorchas y lanzas en busca del anciano quien no mostró resistencia. Los hombres lo observaban fijamente sin embargo, el Hechicero reía mientras les invitaba a seguir.
– Si lo que queréis destruir es esto, seguid, pero de esta forma sus almas y vidas están atrapadas a este mundo, porque la imaginación y sabiduría que hay acá, los hará libres- Dijo el Hechicero.
Los soldados se resistieron y mantuvieron su posición, el hechicero negó con la cabeza y entró, busco varias cosas haciendo caer frascos de tintas, vasos y salió con un canasto de libros, los hombres dejaron sus armas y tomaron un libro, cada uno lo abrió mientras en su rostro se esbozaba una sonrisa burlona y tal fue su sorpresa al ver que aquellas hojas estaban en blanco que volvieron la vista al Hechicero mientras éste pronunció las siguientes palabras:
– El conocimiento es su libertad, su libertad es su mente y su mente son estas hojas blancas, de ustedes depende llenarlas de saberes o dejarlas quemar en esta hoguera-
El anciano tomó una antorcha y la acercó a unas hojas y troncos, mientras veía como estos se encendían.
Cuenta la historia que la mayoría de soldados regresaron al castillo y sólo cuatro se mantuvieron después de este acontecimiento, el anciano desapareció dejando en su morada a aquellos hombres que ansían el conocimiento. Desde entonces estos cuatro soldados se transformaron en los guardianes de cada punto cardinal ayudando a quien quiera encontrar su verdadera libertad.
Escrito por: Lunatic Stronssner. Ravenclaw.
Editado por: Ciel Goth Salamander -Gryffindor- y Teffa Howl -Directora-.
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